Capítulo II - ¡No era literal!
Narración por Edwin:
No podía creerlo, seguía idiotizado viéndome en el espejo.
Lo del deseo no fue un sueño, pero esto es demasiado literal. - me decía mientras me acariciaba la cara. Naomi tiene la piel muy suave, y una cara tan bonita...
Algo pasó como rayo en mi mente, caí en cuenta que estaba en el cuerpo se una mujer. Me miraba en el reflejo, el bra rojo me hacía lucir radiante y aún estaba maquillado. La emoción que sentía me hizo posar para mi mismo.
Edwin: ¡Soy una Diosa!
Edwin: Me pregunto como estará Hernán, por algún motivo no puedo recordar cual fue su deseo. De que amanezca iré a verlo.
Bajé aún más la mirada viendo que llevaba una panty roja que hacía juego con el bra. La adrenalina se apoderó de mi y llevé una mano a esa zona.
Edwin: Que extraño se siente no tener nada aquí. Mmm. - sentí entre un escalofrío y un cosquilleo al recorrer, debajo de la panty, su nueva y depilada zona. Después de eso, pensé en el principal atributo de Naomi que era su trasero, llevando sus dos manos a cubrir sus glúteos. ¡Que buen culo me cargo! En verdad no puedo creer que el trasero por el cual babeabamos Hernán y yo ahora es mío. Me apretaba con una mano las nalgas y con la otra me acariciaba las tetas. Los movimientos me provocaron un cosquilleo en la entrepierna.
Edwin: Mmm, que extraño es esto, me estoy poniendo muy caliente aquí. - Así, la mano que tenía en el trasero la fui deslizando lentamente debajo de la panty, era bastante sensible lo cual me causaba estremesimiento, poco a poco fui acercándome a mi nueva vagina, el cosquilleo recorría mi cuerpo, cada vez sentía más calor, sentí los labios vaginales y como si de un resbalón se tratara, la humedad hizo que un dedo se deslizara dentro de mi nuevo ser, sintiendo una descarga eléctrica por todo su cuerpo haciéndome sacar un leve gemido al mismo tiempo que se me debilitaban sus piernas - ¿¡Yo hice ese sonido!? ¿Que fue eso?
Estaba decidido a seguir experimentando, pero inoportunamente un reloj despertador que marcaba las 7:00 a.m. desvaneció buena parte de mi inspiración.
- ¡Mi niña es hora de levantarse, ya debiste haber salido para la escuela! - exclamó una voz femenina detrás de la puerta haciendo sonar la manija para abrir.
Obviamente es la mamá de Naomi. - Pensé rápidamente y más rápido que mi pensamiento me lancé a la cama haciéndome el dormido.
- Bebé aún sigues en cama, ¿Que sucede? Se me acercó la madre tocandome la frente. ¡Naomi, estás ardiendo! Y que mal momento para enterarme, le diré a tu papá que te revisé bien cuando vuelva. Mientras sigue descansando cariño.
Definitivamente me era muy extraño para mi recibir tanto amor, pero al menos me salvé de ir a la escuela con éste cuerpo.
La mamá de Naomi salió de la habitación, es una mujer guapa, calculo que no pasa de los 35.
Me levanté de la cama, le puse seguro a la puerta y volví a la cama. Estuve pensativo un rato, estaba aturdido por lo que está.
—-¡Ya sé! Iré al sótano a buscar algo que me pueda ayudar. Pero primero debo ir al baño...
Naomi tenía un baño dentro de su habitación, fue tan extraño para mi tener que bajarme los calzones y sentarme para poder orinar. Es relajante hasta cierto punto, seguía pensativo sentado, veía como Nao tenía ropa interior colgada en el tubo de la regadera o de la cortina... Por fin acabé, tomé el papel y me limpié lentamente mi vagina, fue una experiencia muy extraña.
Salí del baño y frente a mi estaba un espejo más grande que el de antes, el verme en calzones me hizo pensar que no podía desperdiciar ésta oportunidad. Sobre la mesa estaba su teléfono, después iba a tratar de desbloquearlo, lo que me interesaba ahora era la cámara.
Después de un rato de fotos, tomé lo que estaba a la mano, una playera negra, un short de mezclilla que se me ajustaba muy bien y unos tenis blancos.
— ¡Estoy listo! - salí de mi habitación y traté de buscar la entrada principal para ubicar hacía donde quedaba el sótano. Es una casa muy grande, hasta piscinas tienen aquí, que daría yo por tener una vida así, en fin, pude llegar al sótano.
Prendí las luces y todo estaba como lo habíamos dejado con Hernán. Me dirigí a la zona donde encontramos la bola y me decidí a revisar todo lo que estuviera ahí para encontrar algo que pudiera ayudarme. Sin embargo, no solo no encontré nada, si no que también descubrí que ahora mi cuerpo es más débil y no puedo mover muchas de las cosas que están aquí. Realmente lo intenté y quedé muy cansado.
Así que decidí dejarlo por el momento, seguiré con la ayuda de Hernán.
Subí y me encontré con la mamá de Naomi.
— Cariño, ¿Que haces por aquí? ¿Ya te sientes mejor? El desayuno está listo, te estaba buscando, vamos.
Normalmente estaba acostumbrado a «desayunar» un vaso de leche con pan pues, en mi casa no había tanto interés en eso. Así que se podrán imaginar cómo sentí este banquete.
Estando en la mesa aproveché para pedir permiso. — Mamá, ¿Puedo salir a la casa de un amigo?
— ¿De un amigo? Claro que no mi niña, es muy temprano aún, además debemos esperar a que tu papá te revise. Quizás más tarde.
Quizás más tarde... Bueh, tendré que aprovechar mientras, pensé, estoy un poco cansado y acalorado. ¡Debo disfrutar esa piscina! Volví a mi habitación y busqué entre su ropa algún traje de baño.
Encontre dos, decidí probarme el primero, un bikini blanco, en mi cabeza se me hacía muy sexy, así que me desvestí rápido y tal como lo imaginé. Me veía muy bien en el.
Me dirigí corriendo al agua, pero solamente me di baños de sol, el agua aún estaba muy fría. Decidí esperar.
En lo que perdía tiempo y calentaba un poco el agua, decidí volver a mi habitación a cambiarme al otro traje de baño. Me llamó la atención por que era de Batman.
Entre el ajetreo y el sol, decidí por fín zambullirme en la piscina. Por un momento me había olvidado completamente de todo.
- Después de todo no fue tan mal deseo, toca disfrutarlo al máximo.
Después de gozar y nadar, volví a mi habitación para cambiarme y salir a buscar a Hernán, había dejado tirado el bikini blanco así que volví a ponermelo, y volví a ponerme el short de mezclilla. — ¡Que fresco se siente estar vestido así en verano!
Pero faltaba algo en el rostro de Naomi, ella siempre estaba maquillada y el maquillaje se perdió con el agua.
— Al menos me pondré de este labial, es lo único que se me ocurre.
Continuará...
Me gusta como la cuentas
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