miércoles, 27 de enero de 2021

¿Por qué? - Capítulo I

  


¿Por qué? - Capítulo I

Prólogo


Sinopsis: Un chico de 16 años se encuentra 
inexplicablemente atrapado en el cuerpo de su maestra.


Estaba en la barda del patio del instituto, sentado en una cornisa de hormigón junto a unas jardineras que daban vista a casi todo, me hacía sentir casi como si estuviera separada de la multitud, como si fuera una observador imparcial que vigilaba a la gente, algo que me gustaba hacer varias veces a la semana. Me gusta la gente y me llevo bien con ella en general, pero... a veces es agradable sentarse y observar sin participar. Me daba tiempo para estar a solas con mis pensamientos y relajarme...

Me llamo Gerardo Alegría y soy un estudiante de preparatoria de 16 años, como todos los de la multitud a la que estaba mirando. Mido 1,80 metros y soy delgado, aunque bastante atlético en lugar de ser simplemente un palillo.

Una vez que terminé de comer, me quedé sentado un minuto más, deseando tener mi guitarra conmigo para poder practicar.  Todavía no era un gran guitarrista, pero era bastante decente, si lo digo yo, ya he dado espectáculos con una banda. Mi esperanza era mejorar un poco y luego, tal vez... No me hacía ilusiones de convertirme en una estrella del rock ni nada parecido, pero no podía evitar tener algunos sueños diurnos.



Entonces noté que un tipo grande se acercaba a mí, reconociéndolo inmediatamente.  Mario era un par de centímetros más alto que yo y el doble de ancho, su tamaño lo convertía en una fuerza poderosa a tener en cuenta en la temporada de fútbol o de lucha, ya que estaba en ambos equipos.  Salté de la cornisa y me puse a la altura de Mario.


—- "Te voy a patear el culo después de la escuela..." dijo Mario frente a mí y en tono de burla.
 
—- "¿Tú y cuantos más?" respondí desafiante.

—- "No necesito a nadie más para joderte", dijo Mario con una confianza presumida.

—- "Vente pues", le dije, haciendo un gesto para que se acercara a mí.

Mario me miró por un momento con expresión amenazante antes de soltar una carcajada. — "Bro, en serio estoy deseando ganarte en King of Fighters...  Mi amigo Bernardo tiene una maquina en su casa, así que he estado practicando... Apenas me ganaste la última vez, así que esta vez no tienes ninguna posibilidad..." dijo el.

— "Yo también he estado practicando", sonreí, — "Tengo créditos gratis en la tienda de por mi casa."

— "Presumido, a ver quién gana esta noche en tu casa, Berna llevará el juego..." Con eso Mario se dio la vuelta para irse, se detuvo para mirar hacia atrás. — "Llevaré la botana, hasta luego Gera..." Luego rió y siguió su camino.

Vi a Mario marcharse y negué con la cabeza ante la sola idea de que me ganara.  Después de todo, tenía un poco más de práctica en el KoF 2002, aunque hay que reconocer que no soy taaan bueno. Aun así, estaba seguro de que era más que suficiente para derribarlo.



Entonces me di la vuelta y empecé a caminar por el patio, y rápidamente me fijé en otro de mis amigos que estaba a poca distancia. Amir era bajo y delgado, tenía gafas gruesas y parecía el estereotipo de un nerd. Sin embargo, yo sabía que no era así, como casi todos los matones de la escuela. A Amir le gustaban mucho las artes marciales mixtas, y el último chico que había intentado enfrentarse a él había acabado con el hombro dislocado. A veces me preguntaba si Amir había exagerado intencionadamente su aspecto de friki para atraer a los matones a sus garras.

—- "¿Que hay?", le dije a Amir como un saludo y con una sonrisa.

—- "Oye, Gerardo", respondió Amir, usando mi nombre completo en lugar de llamarme simplemente "Gera" como todos los demás. Creo que lo hace solo para fastidiarme un poco.

— "¿Qué pasa?" pregunté, tomando asiento a su lado.

— "No mucho", respondió Amir, haciendo una pausa antes de añadir, — "pero sabes que el domingo emiten ese nuevo torneo de la UFC en pago por visión.  ¿Por qué no vienes a verlo conmigo?"

— "Suena bien", le dije. — "Pero creo que mi padre planea hacerme trabajar en el jardín..." Hice una mueca un poco exagerada ante eso, sabiendo que sería difícil convencer a mi padre de que no hiciera las tareas una vez que se hubiera decidido.  "Tendré que volver a decirte si puedo ir o no..."

Amir asintió.  "De acuerdo. Pero si vienes, no llegues muy temprano. Tengo mi clase de jujitsu..."

Amir y yo seguimos hablando durante un minuto hasta que otra persona conocida se acercó a nosotros. Jazz era una chica muy bonita con el pelo rojo. También era mi novia... más o menos.  Habíamos tenido algunas citas pero no teníamos ningún tipo de relación oficial.  Era más bien una amistad casual con algunas citas, aunque yo he esperado algo más.

— "Ah, la encantadora Jazmín", le dijo Amir a Jazz cuando llegó a nosotros.

Jazz sólo me sonrió. — "Hola Gera..." luego miró a Amir y le dijo: "Hola Sapo..."  Sin embargo, ella seguía sonriendo agradablemente mientras lo decía y él no se ofendió.  Después de todo, ella le había dicho una vez que seguiría llamándole Sapo hasta que él empezara a llamarla Jazz en lugar de Jazmín y se había convertido en una especie de juego entre ellos.

— "Ugh", Jazz sacudió la cabeza,  "el señor Mandujano asignó a nuestra clase otro informe de historia durante el fin de semana..."

— "¿Necesitas ayuda?" le preguntó Amir.

Jazz lo miró fijamente por un momento.  "No lo creo...  Al menos no de ti.  La última vez que me ayudaste en historia me dijiste que Thomas Edison inventó el primer coche...  ¿Sabes lo estúpida que me hizo parecer cuando puse eso en mi informe?"

— "Bueno", respondió Amir con falsa inocencia, — "supongo que es una lección para leer realmente tu propio material..."

Me reí de eso.  "El tiene un punto".

— "Oh, cállate". Jazz me echó una mirada poco entusiasta.

— "De todos modos", me encogí de hombros, — "me preguntaba si querías salir de nuevo..."

Jazz dudó sólo un momento antes de asentir.  "Claro...  Me encantaría..."

Jazz y yo empezamos a hacer planes para nuestra cita, decidiendo una hora para quedar, mientras Amir seguía intentando invitarse a sí mismo o hacer una cita doble... lo que significaba que Jazz tendría que convencer a una de sus amigas para que fuera también. Amir me cae bien, pero no lo quería en mi cita y, afortunadamente, tampoco Jazz.

Estábamos terminando cuando sonó la campana de aviso, anunciando que el almuerzo había terminado y que teníamos 5 minutos antes de que comenzara nuestra siguiente clase. Me despedí de Jazz y me apresuré a ir en dirección contraria con Amir, ya que los dos teníamos la misma clase juntos.

Poco después estaba sentado en clase con mi libro de álgebra abierto delante de mí.  Miraba las páginas con el ceño fruncido, tratando de descifrar el misterioso código y sacudiendo la cabeza con fastidio por el poco sentido que tenía.  Las matemáticas eran definitivamente mi asignatura menos favorita, aunque irónicamente ésta era en realidad mi clase favorita del día, debido enteramente a mi profesora, la Mtra. Alejandra.

La Mtra. Alejandra era una profesora sexy que traía enamorados a varios chicos de la escuela.  Con una buena figura y lo que se rumoreaba que eran pechos de copa DD. Además, la Mtra. Alejandra siempre llevaba escote, por lo que era difícil no babear por como lucía. En este momento, llevaba unos tacones negros, una falda hasta la rodilla y una blusa vino.



— "Tengo los resultados del examen de ayer", dijo la Mtra. Alejandra mientras empezaba a recorrer la clase repartiendo los exámenes.  "A algunos de ustedes les vendría bien un poco más de práctica, pero en realidad nadie falló esta vez..."

La Mtra. Alejandra puso mi examen delante de mí y me dedicó una leve sonrisa antes de pasar al siguiente alumno. Lo miré y dejé escapar un suspiro de alivio. Tenía un 7... que no era genial, pero era mucho mejor que lo que había obtenido en mi último examen.

— "Las matemáticas no son lo mío", reflexioné, inclinándome hacia atrás y mirando alrededor del aula, tratando de adivinar lo que la gente entendía por las miradas de sus caras. Por supuesto, algunos eran bastante obvios, ya que agitaban sus exámenes o se lo contaban a los que estaban a su lado.  No tenía precisamente ganas de presumir de mi puntuación, aunque al menos tampoco era algo de lo que avergonzarse realmente.

— "¿Y qué conseguiste?" me preguntó Amir. Levanté mi hoja de examen para que pudiera ver la nota, y él levantó la suya para que yo la viera, sonriendo al hacerlo. "Chupala", le dije con una mueca.

Después de un minuto, la Mtra. Alejandra regresó al frente de la clase y pidió a todos que se callaran.  Una vez que la clase estuvo lista, comenzó otra conferencia sobre el dolor de cabeza que era el álgebra.  No presté atención a lo que decía, aunque definitivamente le estaba prestando atención a ella. Había una buena razón por la que mi asignatura más odiada era también mi clase favorita.


Llegada la noche, rato después de haber jugado con mis amigos.

Me senté en el borde de la cama mientras rasgueaba con cuidado mi guitarra, tratando de conseguir las notas justas.  La verdad es que hacía muy poco ruido porque estaba desenchufada.  Era bastante tarde y, aunque los viernes por la noche se me permitía quedarme despierto hasta tan tarde como quisiera, tenía que guardar silencio para no despertar a mis padres.

Mi práctica se vio interrumpida por un gran bostezo que pudo haber sido incluso más fuerte que el sonido de mi guitarra.  Hice una pausa para frotarme los ojos, pensando que probablemente debería irme a la cama muy pronto. Me estaba cansando bastante. Por supuesto, la libertad de quedarme despierto hasta tan tarde como quisiera esta noche sólo me animó a quedarme despierto hasta tan tarde como pudiera. Al fin y al cabo, podía recuperar el sueño durmiendo todo lo que quisiera... o al menos hasta que mi padre decidiera echarme de la cama.

— "Tal vez debería irme a la cama", reflexioné, sabiendo que a mi padre le encantaría despertarme especialmente temprano si pensaba que me había quedado despierto hasta tarde.  Probablemente incluso se le ocurriría alguna tarea odiosa para que la hiciera.

De repente, me sentí extremadamente mareado y el mundo pareció estallar en un destello de luz seguido de oscuridad. En un instante supe que todo había cambiado... absolutamente TODO.

Continuará...

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