jueves, 10 de junio de 2021

Aprender a pedir deseos - Capítulo V

 

Capítulo V - Caótico

 Y ahí estaba yo, tirado en el piso, con la cabeza dando vueltas y con el cuerpo super caliente. Me negaba a creer lo que acababa de hacer, y aún más, que haya perdido la cabeza haciéndolo.

— Edwin: Dime, ¿Cuál fue tu deseo?

El yacía sobre la cama, jadeando después de que sin duda le hayan dado el mejor sexo oral de su vida. Suspiró fuerte, se levantó y me contó:

— "Deseé que cuando Naomi se volviera loca por mi pene, no lo tomes a mal, en ese momento hasta tu pediste un deseo que te hizo terminar ahí, y pues como tu estás ahí, a ti te tocó ser afectado por mi deseo." dijo Hernán con toda confianza. — "Además, no me vas a negar que lo..."

— "Cállate, solo cállate y aléjate bro." le dije muy molesto.

— "Oye, no te enojes, no se valía que solo a ti se te cumpliera tu deseo, además te ves muy linda enojada, Naomi."

Esas palabras realmente me pusieron nervioso. — "Vete al diablo imbécil, realmente fue un error haber creído que podrías ayudarme." le dije mientras me acomodaba la ropa y buscaba el teléfono para marcarle a la mamá de Naomi a que viniera por mí.

Si bien mi aún sentía muy caliente mi cuerpo, también sentía un gran vacío en el estómago, estaba realmente asustado.

— "Oye ya, tranquilo Edwin, era solo una broma." decía Hernán mientras se acercaba a tratar de abrazar a Edwin.

Para la grata sorpresa y alivio de Edwin, la mamá de Hernán tocó a la puerta.

— "Hola chicos ¿puedo pasar?" preguntó, para seguidamente entrar sin necesidad de una respuesta.

— "Hijito, arréglate que irás conmigo a comprar cosas para la comida.", le dijo a Hernán.

— "Esta bien mamá." le contestó Hernán a su mamá, como si nada hubiera pasado.

Mientras ellos conversaban yo completaba mi llamada, por suerte la mamá de Naomi no estaba tan lejos, se distrajo en una tienda a unos minutos del lugar, por lo cual no tardaría en llegar por mí.

— "¿Todo está bien Naomi?" preguntó la mamá de Hernán. — "Si quieres puedes quedarte y acompañarnos a comprar y comer."

— "Todo esta bien señora, y no se preocupe, es muy amable pero mi mamá ya viene por mí."

El nada más veía como yo me esforzaba por ignorarlo.

— "Perfecto linda, una lástima." me decía amablemente, para seguido retirarse. — "Hijito cámbiate rápido la ropa, que pena que andes con esas fachas y con visitas." decía su mamá mientras bajaba las escaleras.

Se escuchó un auto estacionarse seguido del pitido del carro llamando por mi.

Sin voltear a ver decidí irme de esa casa, el procedió a tomarme de la mano y de un tirón obligarme a verlo a la cara.

Traté de forcejear, no podía, me sentí tan indefenso.

— "No dejaré ir hasta que me perdones." me decía Hernán sujetándome.

— "Suéltame tonto, me lastimas.", le decía con miedo.

Mientras me distraía tratando de forcejear con mis dos manos y soltarme, el de un movimiento rápido me tomó del mentón y dio un beso profundo.

Quedé aturdido, el tiempo se detuvo, por un momento parecía que asentí, y por otro lado no podía creer que estuviera besando a mi mejor amigo. Abrí los ojos de golpe y en ese momento tan raro pude zafarme, empujándolo lejos de mí y saliendo rápidamente de la casa.

— "Con permiso señora" dije antes abrir esa puerta olvidando cerrarla y subiéndome rápidamente al coche.

— "¿Todo listo amor?"

— "Si mamá, vámonos."

A mitad de camino.

— "¿Todo bien cariño? Has estado muy callada." me decía la mamá de Naomi empezándose a preocupar.

Y si que estaba callado, realmente mi mente aún no procesaba todo lo que había ocurrido.

— "Todo está bien mamá, es solo que me siento muy cansado." le contesté.

— "Cansada dirás." Me corrigió la mamá de Naomi mientras bromeaba: — "Ya hasta el sexo te estás cambiando de tan mala que estás. Bueno, me apurare, tranquila mi vida."

Habían pasado varios minutos, pero tarde en darme cuenta que no íbamos hacia la casa. En cambio la mamá de Naomi nos llevo hacia un centro comercial. Su idea era distraerme de lo que sentía, y funcionó al parecer, empecé a ponerme un poco más nervioso cuando llegamos al estacionamiento y me di cuenta de que había mucha gente. No salimos del coche inmediatamente después de aparcar. — "¿Estás bien para salir ahora?" dijo la mamá de Naomi y yo asentí con la cabeza. Me pasó unos lentes oscuros y bajamos del auto.

Me aferré a su brazo mientras caminábamos hacia las tiendas. Cuando entramos en el centro comercial sentí que todo el mundo me miraba. La mamá de Naomi al parecer es muy segura de sí misma y traté de parecer tranquilo. Cada vez que pasábamos cada vez que nos cruzábamos con un hombre, sentía que sus ojos me miraban o veían hacía mi trasero una vez pasaban. No dejaba de mirar mi reflejo en los escaparates recordándome a cada momento quien era en este momento.

Nuestra primera parada fue una zapatería. La mamá de Naomi me hizo probarme unos zapatos de tacón, pero quedé en ridículo después de casi lastimarme tratando de caminar en ellos, afortunadamente, encontró otro par muy rápidamente, así que no tuve que sentarme a probarme diferentes zapatos. Los zapatos eran de color negro y tenían un tacón de una pulgada y media. — "Estos tacones son lo suficientemente altos por ahora. Cuando te acostumbres a caminar con ellos, podemos comprar unos más altos si quieres, déjatelos puestos", me dijo. Me los dejé puestos y llevé mis tenis en una bolsa. — "Recuerda caminar con delicadeza, pasos cortos y no arrastres los talones", me decía la mamá de Naomi. Aconsejándome.

Entramos en unos grandes almacenes y mi ahora madre me llevó directamente al departamento de sujetadores. Se dirigió a una de las asistentes: — "Mi hija necesita un sujetador bonito", dijo. La asistente nos condujo a un probador y me pidió que me quitara la blusa. — "Es importante que se mida bien", me dijo. Fue algo vergonzoso hacerlo, pero una vez tomadas las medidas, salió de la habitación. — "Sólo tardaré un par de minutos", me dijo. Volvió con un sujetador que sacó de su envoltorio. Me ayudó a ponérmelo y estuvo unos instantes ajustando los tirantes. — "Está muy bien", dijo. "¿Es cómodo?" Asentí con la cabeza. No sólo era cómodo, sino también reconfortante. Los tirantes no estaban apretados, pero podía sentir que estaban ahí. Y las copas se sentían tranquilas en mis pezones ligeramente sensibles. — "Está ligeramente acolchado y puedes seguir usándolo si tu busto se llega desarrollar un poco más. Además que hará que se te vea un busto más grande.", me explicaba la asistente. Después de eso me pasó unas pantis que hacían juego con el sujetador.

— "Gracias", dijo la mamá de Naomi. — "Lo tomaremos. Supongo que querrás dejártelo puesto por el momento si vas a comprarte ropa ahora". Asentí con la cabeza y volví a ponerme suéter que traía, mi ahora mamá pagaba. Ahora no sólo tenía un sujetador cómodo y tranquilizador, sino que también tenía una forma de busto más notable.

Pasamos un par de horas haciendo más compras. No pude evitar comparar mi anterior vida con la de ahora, antes no había estrenado algo en al menos 2 años y ahora no podía no disfrutar el momento. Compré unos cuantos vestidos y faldas, unas cuantas blusas y tops, varios pares de bragas de seda, un par de conjuntos de ropa de dormir compuestos por un camisón corto y unas bragas a juego, algunas medias más, otro par de zapatos con tacones ligeramente más altos y un pintalabios. Terminé vestido de una manera totalmente diferente a como estaba, así que tengo que aceptarlo, me gustó ir de compras.


Ya estando en el coche, estaba mucho más relajado que cuando llegamos, pero seguía pensando en todo lo que había pasado. 

De vuelta a casa, ya entrando la tarde-noche, le di un abrazo a mi ahora mamá y le agradecí que me llevara de compras. Luego fui a mi habitación para tratar de pensar un poco. Llevando también toda la ropa comprada.

Me miré en el espejo de cuerpo entero mientras me desvestía. Solo me quedé en ropa interior y aproveché para ir al baño. La vejiga empezaba a matarme y, por mucho que me perturbara lo que iba a tener que hacer, pensé que sería mejor acabar de una vez.

En cuanto entré en el baño, me detuve y me miré en el espejo. Naomi me devolvió la mirada. Su pelo oscuro claro y su bonita cara eran ahora míos, y de verdad quería que no lo fueran por más tiempo, pero no encontraba solución, y aún seguía furioso con Hernán. Entonces, mientras miraba la cara de Naomi, no pude evitar preguntarme exactamente en qué cuerpo había acabado, ¿dejó de existir junto con mi cuerpo? Después de todo, era lógico que si yo me había convertido en ella, entonces tal vez ella se había convertido en mí. Pero aún no hay noticias de mi.


Con un suspiro, me aparté del espejo, me bajé incómodamente los calzones y me senté en el retrete para hacer mis necesidades. La sensación de alivio fue la misma que la de la mañana, la forma en que salía el chorro me seguía pareciendo un poco extraña. Y cuando terminé, miré mi entrepierna desnuda con nerviosismo y fascinación a la vez. No se suponía que la primer vagina que verías sería la mía. Durante varios minutos me limité a mirarme nerviosamente la entrepierna, me toqué lentamente, sintiendo un poco de calor empecé a recordar lo que había pasado unas horas antes con Hernán. Entonces, sintiéndome repentinamente avergonzado y molesto, tomé un enorme fajo de papel higiénico y me limpié para poder salir a toda prisa del baño.

Poco después, una llamada de Hernán volvió a entrar en mi teléfono. La miré fijamente durante un largo momento, pero finalmente no contesté, aunque me dejó unos mensajes en Whatapp:

Fruncí el ceño por la tranquilidad en la que me escribía. Pero tenía curiosidad de saber de que estaba hablando, aunque también pensé que podría ser una trampa para sus perversiones, ahg, ya no sabía que pensar. Decidí escribirle:


No aportó mucho pero el tonto tenía razón, si alguien podía averiguar cómo volver a la normalidad debe ser el papá de Naomi. 

Seguí escribiéndole un buen rato, realmente logró hacer que lo perdonara, quizás es por el cariño de años que le tengo, hasta que decidí salir de cuarto un momento, salí en ropa interior, era solo para asegurarme si el papá de Naomi estuviera por ahí, pero a lo lejos pude ver a la mamá de Naomi llorando, me acerqué a preguntar que sucedía, me senté preocupado, después de todo, ella también se preocupó por mi.  — "¿Qué sucede mamá?" le pregunté. Ella con el teléfono en la mano, llorando me abrazo muy fuerte y me dijo: — "Hijita, tu papá tuvo un accidente de auto y está hospitalizado en este momento.".

Sentí un nudo enorme en el pecho y hasta dolor de estomago me dio. Era como si el destino confabulara contra mi en este momento, la única persona que podría darme respuestas ya no estaba. Quedé en shock mientras sentía el abrazo de la mamá de Naomi. Ella lloraba sin control, y si bien yo no sentía ese amor por ese señor, sentí empatía por esta mujer. 

— "¡Mami, tranquila, papá es muy fuerte y podrá salir de esta sin problemas, el se pondrá bien! Debemos confiar y orar por el. Todo va a salir bien." logré decir para tratar de tranquilizarla. Por lo poco que he visto, sabía de alguna manera que ella es creyente. Me vio a los ojos, sonrió y me dijo — "Tienes razón princesa, el saldrá de esta. Ahora ve a vestirte, no puedes andar en calzones y llorando." dijo mientras soltaba una risita y se secaba las lagrimas.

Estuve con ella toda la noche, para tratar de animarla como ella lo hizo conmigo, si bien estuvo atenta a lo que le decían los médicos por mensajes, estuvimos viendo la novela en la tele y cenamos algo delicioso. De alguna manera ambas nos ayudábamos a mantenernos bien.

Volví a mi cuarto, y volví a verme en el espejo. Este no es mi cuerpo. Este es el cuerpo de Naomi, no el mío. — "Espero que mañana al despertar todo allá pasado", me susurré con incertidumbre mientras recordaba todo lo que había pasado hoy.

Mis pezones se pusieron duros y doloridos cuando pensé en lo que había pasado con Hernán, sintiendo algo parecido a lo que sentía mi pene cuando tenía una erección... Me pasé una mano por la parte delantera de los calzones y noté lo mojada que estaba. Toda la zona estaba húmeda y pegajosa, obviamente causada por mis pensamientos. Me sentí un poco avergonzado y enfadado por eso, pero también un poco excitado. Me había explorado un poco en la mañana, pero tenía ganas de hacerlo en estos momentos. Pero me controlé — "No va a ser fácil acostumbrarse a esto", dije en voz alta, — "Nada fácil"...


Continuará...


3 comentarios:

  1. Que buena historia!!! En verdad !
    Sigue así :3
    Pero continúa: ¿por qué?:3

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    1. Me alegra mucho que te gusten ambas historias, y si no te preocupes muuuuy pronto tendrás noticias de esa historia. ;)

      ¡Saludoooos! <3

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  2. Me gustan mucho tus historias, ojalá puedas continuarla en el futuro.

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