Aprender a pedir deseos - Capítulo III

 

Capítulo III - ¿Y ahora qué?

Capitulo I

Capitulo II

Capitulo IV

Capítulo V

Hernán acaba de despertar, abre los ojos y se da cuenta que está en su cama.

Hernán: Mmm... Que sueño tan raro. *bostezo mientras se estira* Aún así siento como si de verdad hubiera movido esas cajas, estoy muy cansado.

El cansancio lo hizo volver a acostarse, pero la luz del día y que el reloj marcaba las 7:12 a.m. le tenían otros planes.

Hernán: ¡Me lleva la, hoy es lunes! ¡Voy a llegar tarde a la escuela!

Hernán y Edwin estudiaban es una escuela pública que les quedaba relativamente cerca de sus casas, Hernán se vistió rápido, se mojó el cabello y lavo la cara para aparentar una ducha y salió corriendo a la escuela sin desayunar.

Ya estando en la escuela, se quedó fuera del salón por llegar tarde, aún así podía ver la clase desde la ventana.

Hernán: Jaja, el bruto de Edwin tampoco ha llegado, ya no me siento tan mal. Buscaré donde cargar mi teléfono, ni para distraerme tengo.

Mientras tanto Edwin:

        

Edwin: ¿Ahora como haré para salir a buscar a Hernán? ¡Ya sé! Mientras llega el doc, usaré el teléfono de Naomi para contactarlo.

El chico fue a la recámara de Naomi y busco su teléfono, y para la suerte de Edwin se desbloqueaba con el rostro.

Edwin: No lo puedo creer fue muy fácil desbloquearlo. *entra al WhatsApp y se pone a buscar a su amigo* - ¿Como demonios tiene Naomi registrado a Hernán? Ya sé, lo buscaré por su número... JAJAJAJA.

Eso funcionó, pero jamás lo iba a encontrar con ese nombre. Edwin entró a la conversación y leyó como se ponían de acuerdo para la ayuda del día anterior.

        

Edwin: Al parecer desaparecimos, me pregunto si a Hernán le habrá tocado algo peor que lo mío, ni siquiera se ha conectado desde ayer, además ¿que habrá pasado con Naomi?

Después de tratar de contestar varios mensajes y ver un poco sus nuevas redes sociales, pasado de las 9:30 a.m. Edwin nota que Hernán está en linea y decide hablarle, sin éxito realmente.

        

Edwin: ¿¡Es en serio maldito!? De los nervios ya hasta me harté, estas malditas uñas largas no me dejan ni usar el teléfono a gusto.

De todos modos el chico siguió usando el teléfono, tratando de distraerse, tratando de conocer un poco más sobre Naomi, incluso se puso a escuchar la música que tenía, sin percatarse, el reggaeton que el tanto odiaba, le parecía bueno.

Los mensajes que tenía Naomi eran con su grupo de amigas o eran de varios tipos tratando de conquistarla, ese pensamiento de que ahora el tiene lo que muchos desean sumado a varias fotos que se mandaba Nao entre amigas y recordando lo que había sucedido más temprano, lo hacía sentir calor en su nuevo cuerpo.

Edwin: La clase que seguía termina hasta las 11:40. *suspira y voltea a ver al espejo* Ya no sé con que distraerme... de todos modos cerraré bien ésta puerta.

Edwin quitándose los shorts de mezclilla y temblando de la emoción se arranco el bra y se tiró a la cama.

Estaba lleno de adrenalina y con el teléfono aún en la mano, trató de excitarse poniendo unos vídeos porno, pero no tenía tanto efecto como el pensó, de hecho, lo puso nervioso el pensar que ahora a el le toca ser penetrado.

Así que mejor cerró sus ojos, empezó a pensar en Naomi y empezó a acariciarse la entrepierna, sintiendo de nuevo ese cosquilleo, lo hacía suave, como buscando. La imagen de sentir los calzones de Naomi le excitaba aún más, poco a poco se empezó a humedecer y como si de un resbalón se tratara introdujo un dedo.

Edwin no sabía que sentir realmente, se sentía bien pero no tanto, así que regresó su dedo un poco más arriba, en el clítoris y empezó a masajearlo en forma de círculos. Eso le gusto, sentía una cadena de explosiones en todo su cuerpo, sus caderas empezaron a moverse por si solas, hacía los lados, hacía arriba, empezó a ir cada vez más rápido pues casa vez le gustaba más y más, llegó hasta el punto de perderse, de volverse loco, o en este caso loca, su cuerpo no paraba de moverse solo, gemía, las piernas le temblaban y a punto de llegar al clímax de la excitación rápidamente mordió su almohada para no gritar, y paró.

Edwin: *jadeando de cansancio* ¡Woooooow! ¡Woow! Eso fue increíble, nunca con mi cuerpo me había masturbado tan épicamente... ¿¡Que!? ¡Ya casi son las 11:30! Y creí que habían pasado solo 5 minutos jaja. ¿Habré perdido tanto tiempo viendo porno?

Los calzones de Naomi quedaron bañados de ese liquido. ¡Fua! De verdad que estuvo buenísimo.

En lo que Edwin estaba acostado aún aturdido por lo que acababa de experimentar, sonó una notificación del teléfono.

Edwin: ¡Por fin contesta! Debo apresurarme a decirle, ojalá entienda.

        

Edwin: ¡Que maldito! Bueh, ojalá que de verdad me termines creyendo...
*Algo en la mente de Edwin le generaba la necesidad sentirse "bonita"*

        

Los chicos conversaron por llamada, Edwin por fín pudo contarle a su amigo donde estaba atrapado y sugirió verse en casa de Hernán lo mas pronto posible, por otro lado Hernán no podía creer que aquella voz chillona que salía del parlante y que le decía que llegaría a su casa fuese su mejor amigo.

Edwin: Uf, ya solo falta idear un buen plan para regresarme a la normalidad. Tendré que convencer a mi nueva mamá que me lleve a casa de Hernán.

Bueh toca vestirse otra vez.

        

Continuará...