Zawja - Capítulo VII

Zawja - Capítulo VII

Llegó el día

Sinopsis: 

Un agente de la CIA famoso por sus peligrosas misiones, es mandado a una misión de infiltración en Oriente Medio.

Lista de capítulos:

Capitulo I - Capacitado

Capítulo II - Entrenamiento

Capítulo III - Infiltrado

Capítulo IV - Fasatin Zifaf

Capítulo V - Insha'Allah

Capítulo VI - Mish Awash

Dos semanas. Ese es el tiempo que queda antes del día de la boda. Azahara estaba a punto de entrar en pánico en este momento, tratando desesperadamente de ponerse en contacto con la agencia. Eso es lo que ella esperaba, al menos. Pero no es el caso.

Pero de algo si estaba seguro, la agencia seguía en acción. Sus años de entrenamiento le ayudaron a ver una que otra vez a agentes ocultándose o al menos eso le ha parecido ver.

Describir su tren de pensamiento actual no es tan sencillo. No ha renunciado a la misión. No renunció a encontrar la información y a volver a su antigua vida. Pero al mismo tiempo, ya no se resiste activamente a lo que está sucediendo. Realmente ha tenido tranquilidad con los últimos acontecimientos, y hoy ha sido un día muy especial.

Dalia e Iris acompañaron a Azahara a su cita con Ayesha para ver su vestido. El vestido de novia de Azahara estaba en fase de acabado, y sólo quedaba probárselo y hacer los ajustes necesarios en la prueba. — "Parece que tu dieta ha sido consistente", dijo Ayesha mientras ajustaba el vestido de Azahara. Y era cierto, Azahara había sido muy cuidadosa con su dieta últimamente. El vestido debía quedar perfecto para que todo saliera bien.

Ayesha estaba bastante satisfecha con los resultados. — "¡Perfecto! Sólo tenemos que tener en cuenta una cintura un poco más estrecha", dijo, mientras anotaba las medidas. — "Sigue con lo que estás haciendo y estarás lista", dijo, mientras sacaba el espejo para que Azahara pudiera inspeccionarse.

— "¡Guau! ¡Me encanta!" dijo Azahara con una sonrisa radiante, mientras Iris se reía. — "¡Ves! Te dije que todo saldría bien", dijo. — "¿Crees que a Fateen le gustará?" preguntó Azahara. — "Es sólo para guardar las apariencias, en realidad no me importa lo que piense", pensó Azahara, o al menos eso se dijo a sí misma. — "Seguro que sí, estás preciosa", dijo Dalia.

Con el vestido arreglado, sólo quedaba una cosa por hacer. Si hay algo que todo el mundo sabía de las bodas árabes es que eran extravagantes, llenas de bailes y celebraciones. Las habilidades de Azahara para el baile no eran tan buenas, pero eso no sería un problema por mucho tiempo. Sus amigos y su familia se iban a encargar de que lo supiera todo. Practicaría con sus padres, con sus tías, con sus amigos y compañeros y, por supuesto, con Fateen. Y así, los días empezaron a pasar. Primero fueron dos semanas, luego una, luego 5 días, luego 2, y luego...

*RING RING RING* *RING RING RING*

Los ojos de Azahara se agitaron mientras apagaba la alarma. Había llegado el momento. Este era el gran día. O algo grande sucede hoy, o nunca sucederá.

Se levantó y fue recibida inmediatamente por su madre. — "¡Oh, cariño! Estoy tan emocionada por ti. Lo harás muy bien hoy, lo sé", le dijo mientras colmaba de besos a Azahara. Azahara se limitó a sonreír mientras intentaba apartar a su madre. Tenía una agenda muy apretada y tenía que seguirla a la perfección.

Primero, entró a ducharse. Reflexionó sobre todo lo que había vivido estos últimos meses. La misión, este nuevo estilo de vida, Fateen, todo. Todo ha llevado a este día.

Se secó y fue a su habitación. Allí, se quedó mirando su reflejo durante unos momentos, antes de ponerse la ropa interior. Ayesha, Iris y Dalia entraron entonces para ayudarla con el vestido. Se aseguraron de que todo estuviera perfecto, desde las uñas hasta el hiyab y el maquillaje. Fue un proceso largo, pero al final lo hicieron. El trío salió de la habitación de Azahara, dándole algo de tiempo para preparar su ánimo. En ese momento Azahara se veía al espejo...

Se veía... hermosa. No se veía como la típica novia de su vida anterior, era un tipo de belleza diferente. Más modesta, más reservada. Y sin embargo, nunca vio una novia más hermosa en su vida. ¿Y la parte más loca? Esta era el, oh bueno ELLA. La mujer en el reflejo seguía sus movimientos, sus cambios de expresión. Era tan surrealista que mareaba.

Azahara respiró profundamente y salió de su habitación. Sabía que había mucho movimiento en su casa, oía el ruido. Mientras bajaba las escaleras, con la mano sujetando el dobladillo de su vestido, la gente empezó a fijarse en ella. Se formó una multitud y su madre y sus tías empezaron a animarla y a cantar canciones tradicionales. — "Oh, mi niña", dijo la madre de Azahara mientras la abrazaba, con lágrimas en los ojos. Los cánticos de celebración continuaron, y el fotógrafo estaba allí para tomar fotos.

Todos querían una foto con la novia. Los padres de Azahara, sus tías, sus amigas Iris y Dalia, y todos los que estaban allí. Un rato más tarde, el fotógrafo, llamado Said, pidió hacer unas fotos de la novia a solas, así que Azahara se quedó de pie junto a la puerta, con las manos a la espalda, mientras sonreía para la foto.

Las celebraciones continuaron rápidamente después. Azahara bailó con los invitados, escuchando sus canciones y cánticos, mientras esperaba el siguiente paso.

*BEEP BEEP*

La emoción de los invitados creció al oír el claxon del coche. — "¡El novio ha llegado!", dijo una de las mujeres, mientras lo esperaban fuera. Azahara, por su parte, se quedó dentro, con el corazón saltando de un lado a otro mientras esperaba con expectación. Oyó la puerta del coche abrirse y los pasos cada vez más audibles. El súbito silencio desapareció rápidamente, cuando los invitados comenzaron a cantar de nuevo, acercándose cada vez más a la puerta, hasta que lo vio. Fateen.

La pareja se quedó paralizada durante unos segundos mientras se miraban. Entonces Fateen se adelantó lentamente, tomando la mano de ella y dirigiendo el baile. Durante la celebración, se inclinó y susurró al oído de Azahara. — "Estás increíble", dijo, con una expresión de asombro pero de felicidad en su rostro. — "Pues tú no estás nada mal", respondió Azahara, con un ligero rubor en la cara. Bailaron durante unos minutos más, antes de hacer una pausa para tomar algunas fotos.

Azahara seguía impresionada por la altura de Fateen. Se alzaba sobre ella, a pesar de que llevaba tacones altos. La hacía sentir pequeña y vulnerable, pero al mismo tiempo segura y protegida.

El fotógrafo tomó algunas fotos más mientras la pareja esperaba. Aunque el novio iba muy bien vestido, la novia era claramente la estrella del espectáculo, así que el fotógrafo le hizo algunas fotos adicionales, asegurándose de resaltar su belleza única.

Cuando la multitud escuchó el sonido de la limusina, vio a la pareja entrar, antes de dispersarse hacia sus propios coches. Por el camino, Fateen y Azahara pudieron compartir algunos momentos de intimidad antes de que comenzaran las celebraciones. — "Hoy es el día, por fin", dijo Fateen mientras tomaba la mano de Azahara. Ella sonrió y asintió, se sentía todo tan extraño, quizás se había dejado llevar de más pero ahora estaba con mariposas en el estómago mientras hablaba. — "Sí, es nuestro día", decía. Intercambiaron algunas palabras más hasta que llegaron al lugar de celebración.

Cuando Fateen y Azahara bajaron del coche, oyeron los gritos y cantos de sus familiares. Entonces se separaron durante un rato, los hombres en un lado del recinto, y las mujeres en el otro. Fateen y Azahara saludaron por separado a la avalancha de invitados, muchos de los cuales se detuvieron para felicitarles o hacerse una foto.

Esto duró un par de horas. Finalmente, llegó el momento de las celebraciones. Fateen y Azahara se reunieron de nuevo y se tomaron de la mano mientras entraban en el recinto. Los amigos y la familia aplaudieron cuando la pareja subió al escenario. Al oír los cantos y ver a todos los invitados, Azahara no pudo evitar sentirse como una princesa. Era cursi, lo sabe, pero no podía evitarlo.

Al llegar al escenario, comenzó la música y también el baile. Al principio eran sólo ellos dos, pero sus familias y amigos se unieron rápidamente. Azahara disfrutaba con ello, se estaba divirtiendo mucho. Era una gran ruptura con el estilo de vida estático que había tenido hasta hace poco. Bailó con sus padres, con sus tías, con sus amigos, con las hermanas de Fateen y, por supuesto, con el propio hombre.

Fue como un sueño hecho realidad. No podía describir lo feliz que era, bailando y cantando, con ese precioso vestido, en ese fabuloso lugar y con el hombre que tanto ha aparecido en su vida últimamente. El hombre que a partir de ahora será su marido.

Las celebraciones se prolongaron durante muchas horas. Los novios se tomaron algunos descansos, pero por lo demás se limitaron a bailar y cantar a gusto. Finalmente, el sol se puso y Azahara empezó a notar que algunos de los invitados se iban. Poco a poco, las celebraciones se fueron apagando, hasta que la música cesó por fin.

La velada terminó con un banquete al que asistieron los novios y sus respectivas familias. Después de un día tan largo, necesitaban reponer fuerzas. Tras unas cuantas anécdotas y risas, llegó la limusina para llevar a la pareja a su nuevo hogar.

Una vez más, Azahara tomó la mano de Fateen mientras entraba. El viaje fue corto y la pareja llegó rápidamente a su casa. Allí, sus padres y familiares más cercanos les dieron unos últimos abrazos y despedidas, y vieron cómo la pareja entraba en su casa, cerrando la puerta tras ellos.

Azahara se puso a pensar mientras subía las escaleras. — "¿Y ahora qué?", pensó. Tal vez la agencia la sorprenda al llegar arriba, con agentes que aparezcan de entre las sombras para detener a Fateen y llevarla de vuelta a la base, donde volverá a ser David.

Pero, cuando Fateen encendió la luz, no había nadie. Sólo la pareja de recién casados. Solos. En su nuevo hogar.

Fateen miró a Azahara y ella le devolvió la mirada. Permanecieron allí un rato, tratando de comprender su nueva realidad. Se quedaron mirando y mirando, hasta que Fateen empezó a dar unos pasos hacia ella. Se acercó más y más, hasta que se quedó a poca distancia de su cara. — "He estado esperando este día durante mucho tiempo", dijo, con su mano rozando ligeramente la mejilla de Azahara. Ella se limitó a sonreír y a mirarle a los ojos. — "Yo... también...", dijo nerviosamente. 

Permanecieron en silencio durante unos instantes más, antes de que la brecha comenzara a cerrarse, lentamente, muy lentamente, hasta que sus labios se tocaron.

Fue un beso dulce y suave, el primero que se dieron. En una sociedad conservadora como la suya, había límites estrictos sobre lo que podían hacer antes del matrimonio. Besarse era uno de ellos. Saborearon el momento, perdiendo la noción del tiempo mientras se abrazaban.

Pero esos mismos límites tenían otra cara. Fateen y Azahara habían pasado mucho tiempo juntos como pareja y, sin embargo, no podían hacer mucho debido a las normas de su sociedad y religión. Esas normas no importaban ahora, estaban casados, y toda esa frustración sexual acumulada empezaba a llegar a un punto de ruptura. Su suave beso comenzó a transformarse en algo mucho menos suave, mientras sus lenguas se abrían paso en la boca del otro. Sus manos tampoco se quedaron quietas, ya que empezaron a moverse por el cuerpo del otro. Fateen y Azahara se empujaron lentamente hacia su dormitorio, mientras Fateen deshacía los pocos broches que mantenían el hijab de Azahara en su sitio. Se detuvo un momento, viendo cómo se deshacía, y vio su pelo por primera vez. Pasó los dedos por él, desatándolo cuidadosamente y admirando su longitud. Azahara se limitó a sonreír, y no tardaron en volver a besarse.

Fateen empujó a Azahara a la habitación, pero ella rompió el beso de repente. — "No, espera", dijo ella, mientras él miraba confundido. — "Espera fuera, quiero prepararme", dijo ella en un tono sensual. — "Te llamaré cuando haya terminado. Asegúrate de entrar con los ojos tapados", dijo con una risita. Fateen accedió, emocionado por ver lo que su nueva esposa estaba planeando.

Azahara, se quedó sola en la habitación, se veía en el espejo, estaba entrando en desesperación. — "Será esto, ¿verdad? Los agentes estarán esperando en la sala. M coordinarán con ellos y atraerá a Fateen para que lo capturen y lo lleven a la cárcel. Pronto terminará, me despediré de toda esta tontería y volveré a mi antigua vida... ¿Verdad?" se decía, mientras se quitaba el vestido y se preparaba. 

— "Entra", le dijo. Fateen obedeció, entrando lentamente y con los ojos cubiertos. Este es el momento. Este es el gran momento.

— "Abre bien los ojos", dijo ella. Fateen bajó las manos lentamente y abrió los ojos. Se quedó de pie, sin palabras ante el espectáculo que tenía delante.

¿Y la misión? Pues Azahara aún mantiene "su plan", esperando que algo suceda. Pero, aunque intente negarlo este cuerpo se sentía muy atraído por Fateen, y ella también. Esa mañana, cuando se miró en el espejo y se puso la lencería, sabía exactamente lo que iba a pasar, y francamente, no le importaba. Llevaba tanto tiempo siendo la prometida de Fateen, que su cuerpo le rogaba por este momento, pero no habría más espera. Estaba lista para convertirse finalmente en su esposa.

— "Bueno... ¿Vas a hacerme esperar?", dijo con voz sensual, mientras se tumbaba en la cama, con el culo al aire y el escote amenazando con salirse de su fina lencería.

Fateen había quedado perplejo, una que otra vez había conseguido vislumbrar las curvas de Azahara, cuando se ponía de vez en cuando una camisa o un vestido ajustado, pero esto le volvía loco. Al instante se despojó de su ropa, arrojándola a un lado mientras se dirigía a la cama.

Sentado, acercó a Azahara a su regazo mientras comenzaba a besarla de nuevo, con el mismo vigor de hace un momento. Estaba viril, deseoso de aparearse con su nueva esposa. Ahora, sus manos estaban libres para explorar el cuerpo de ella sin obstáculos, palpando con facilidad y suavidad. Las manos de ella hicieron lo mismo, al recorrer con sus dedos el cincelado pecho de él. Sentir su cuerpo grande, duro como una roca y musculoso presionando contra ella la ponía increíblemente caliente.

Continuaron besándose, mientras Fateen la inmovilizaba en la cama, poniéndose encima de ella. Cada movimiento de control como éste volvía a Azahara loca. Le encantaba sentir que él tomaba las riendas.

Los besos de Fateen se desplazaron lentamente hacia su cuello, mientras sus manos seguían tocándola por todo el cuerpo. Pero algo concreto le rondaba por la cabeza. Llevaba mucho tiempo pensando en ello. Azahara jadeó cuando sintió que las grandes y ásperas manos de Fateen le agarraban los pechos, apretando lentamente el abundante par.

— "¡Ah! ¡Sí! Sí". murmuró. Sentir sus grandes y ásperas manos en sus tetas se sentía tan bien. Azahara no se quedó de brazos cruzados, pues sus manos ya estaban en su ropa interior, acariciando suavemente su virilidad mientras la sentía crecer en sus manos. Podría deleitarse con esto durante horas, pero Fateen tenía otras cosas en mente, mientras su boca bajaba y bajaba lentamente hasta llegar a sus pechos. Los besó suavemente, avanzando lentamente hacia el centro, hasta que uno de sus pezones se salió del sujetador. Besó la gran y sensible areola de Azahara, lamiendo sus pezones y volviéndola loca. — "¡Ah!", gimió con fuerza. — "Fateen, por favor, no pares", murmuraba ella, mientras él besaba un pecho, mientras acariciaba el otro con la mano. Le desabrochó el sujetador, observando cómo se liberaban sus enormes pechos, antes de continuar.

Se deleitó besándolos durante algún tiempo, sabiendo que ese par era ahora suyo para conservarlo. Para jugar con ellos cuando quisiera. Pero tenía otras cosas en mente, mientras sus manos bajaban a su culo. Tuvo sutiles indicios de ello cuando la vio caminar, o cuando se inclinó mientras rezaba. Ahora, todo este rebote estaba en su mano. La manoseó con firmeza mientras su boca recorría sus pechos.

Azahara gemía y jadeaba. Su tacto, sus labios, eran tan electrizantes. Pero ella tenía otra cosa en mente. Sentía mucho calor allí abajo, entre las piernas. Quería sentirlo, y cuanto más jugaba Fateen con ella, más la enloquecía, y más lo deseaba. — "Fateen. Lo quiero. Lo quiero", gimió, pero Fateen no iba a ceder tan fácilmente. Siguió jugando con su cuerpo, besando su cintura y manoseando su pecho. Verla así le excitaba, quería disfrutar un poco más.

Fateen continuó así durante un rato, escuchando las súplicas de Azahara cada vez más fuertes y desesperadas. Finalmente, le quitó la ropa interior y luego sus propios boxers. La inmovilizó por los brazos y la miró desde arriba.

Fateen sonrió al ver a una Azahara muy caliente tumbada en la cama. La mirada de sus ojos gritaba lujuria, pero ella era demasiado sumisa para hacer algo al respecto. Estaba completamente bajo su control. Llevaba mucho tiempo esperando este momento, y deseaba poder disfrutar más de él, pero, por desgracia, sus instintos primarios habían empezado a actuar y tuvo que ceder.

Fateen se colocó de manera que su palpitante hombría se posó sobre la feminidad de Azahara. Ella jadeó al sentir su contacto, pero rápidamente ajustó sus brazos para abrazarlo. Por fin, se acabaron los juegos. Estaba lista para ser desflorada por su nuevo marido.

Jadeó cuando su punta la penetró. Al principio, Fateen se movió lentamente, y ella no sintió mucho. De repente, hizo un movimiento rápido, y los ojos de Azahara se abrieron de par en par. — "¡Ah!", gimió ella. El ritmo de Fateen aumentó a medida que profundizaba, mientras Azahara gemía más y más, mientras lo abrazaba con fuerza.

— "¡Ah! ¡Ah! Ah!" Azahara gimió al sentir la hombría de Fateen cavar profundamente dentro de ella. ¡Estas sensaciones eran increíbles! Nunca pensó que alguien pudiera hacerla sentir así. Y sin embargo, aquí estaba, siendo llenada por su nuevo esposo, jadeando y gimiendo mientras lo recibía.

— "¡Si! ¡Si! ¡Sí! ¡Ah! ¡Habibi! ¡Más fuerte! Más fuerte", dijo entre sus suaves gemidos. Sabía a lo que iba a llevar esto. No estaban usando protección, pero ya no hay marcha atrás, además ahora estaban casados. No hay nada malo en que una pareja casada tenga sexo. ¿No?

Azahara tomó el control por un momento dandole la espalda a Fateen, se estaba haciendo adicta a la sensación, se sentó encima del pene de su marido y empezó a mover rapido las caderas. 

Azahara podía sentir el pene de Fateen palpitando dentro de ella mientras la llenaba por completo. Gimió con fuerza mientras él la bombeaba con su pene, deslizándose dentro y fuera, entrando y saliendo, llevándola al éxtasis puro. No quería que esto se detuviera. Quería que Fateen le hiciera el amor sin parar, pero sabía que no funcionaba así. No tardará mucho. 

Regresaron a la pose inicial, ella clavó las uñas en la espalda mientras seguía disfrutando de este increíble placer. ¿La misión? Ojalá que no detengan esto. ¿La religión? Quiero ser una mujer salvaje y divertida en la cama con su marido.

Continuó así hasta que sintió que su pene empezaba a palpitar. Envolvió sus piernas alrededor del cuerpo agitado de su esposo, mientras eyaculaba dentro de ella. Ya no había marcha atrás.

Fateen se desplomó sobre ella, mientras ambos jadeaban por su acalorado intercambio. Se acomodó para poder descansar y Azahara se acurrucó con él. Fateen y Azahara se fueron a dormir, después de su primera de muchas noches como marido y mujer.

Azahara reflexionó un segundo antes de dormir... — "¿Qué habrá pasado con la misión?..."

Continuará...